THE TWILIGHT ZONE. 1959-2019
Junto con “Historias de la cripta” o “Más allá del límite” esta serie corona el palmares de las creaciones del terror y la ciencia ficción a escala televisiva más laureadas y recordadas por el público. Ahora tenemos otra oportunidad de entrar en el universo de “The Twilight Zone”.
Jordan Peele, aclamado director de “Déjame salir” y “Nosotros”, rescata esta serie creada en 1959 por el grandísimo Rod Serling y la adapta con gran sabiduría a los nuevos tiempos. Pero como seria muy fácil centrarse en su propia visión, Peele, que no es tonto, crea un remake lleno de guiños a las creaciones originales que hicieron grande a esta serie de televisión.
Para tenerlo más claro remontemonos a la original. Rod Serling es un creador y critico con nombre en Hollywood que, aun así, tiene que lidiar con la censura. Y que mejor manera que lidiar con ella creando historias a base de metáforas, ocultas entre el terror y la ciencia ficción. Un universo creado especialmente para poner en reflexión al espectador.
Tuvo un remake ya en 1985 y en 2002 pero como icono televisivo seguramente esta no será la última vez que asistamos a su revisión.
Peele mantiene la figura del “narrador omnisciente”, personaje que tanto al principio como final del capitulo nos ayuda a introducirnos o reflexionar sobre la historia que vemos, haciendo él mismo el papel. Por supuesto mantiene la música original de introducción (mítica) y usa elementos incluidos en todas las otras introducciones para formar esta nueva.
Algunas de las historias que podremos ver en esta temporada son revisiones de otras antiguas y si nos fijamos podemos encontrar pequeños guiños en los capítulos sobre algunas de las más míticas historias que han poblado este universo. Buscar estos guiños se convierte en un juego añadido.
Os recomiendo mucho esta nueva versión y por supuesto la original que aún casi cincuenta años después toca temas que todavía son actuales: eso la convierte en una imprescindible en la historia de las series y clara precedente de creaciones como la grandísima «Black Mirror».